sábado, 6 de junio de 2009

Nietzsche, la muerte de Dios y la "filosofía ambiental"

¿Cómo ha de pensarse la relación que se da entre la frase de Nietzsche "Dios ha muerto" (Gaya Ciencia &125) y la filosofía ambiental?

En un primer momento nos puede parecer irrisoria semejante comparación. Y, no obstante, considero que no es así. Por el contrario, con el tiempo es mi intención mostrar en qué sentido podemos relacionar la denominada "muerte de Dios" con cuestiones que plantea la "filosofía ambiental".
De momento, entrego un breve esquema con estas tres vinculaciones:

Muerte de Dios - muerte de la naturaleza - filosofía ambiental.

Definiciones que les otorgo a estos términos:

Muerte de Dios: 1) no implica una negación de Dios, ni tampoco es una mera proclama de algún tipo de ateísmo. En rigor, pensar la "muerte de Dios" significa poner entre paréntesis toda afirmación teísta o a-tea, 2) significa que existimos en una época de "desencanto", transitando en un mundo desacralizado. La de-sacralización da a entender que (en el decir de Heidegger) los "dioses han huido", que el planeta tierra "funciona" en principio sin que se apele a algún tipo de trascendencia. Cuando digo "funciona" estoy afirmando que la tecnociencia dominante y las ciencias (la física, la medicina, la economía y la política) no tienen necesidad de apelar a Dios para poder ser puestas en práctica. Esto no significa que el mundo se haya vuelto ateo, implica tal vez algo más grave: que nos hemos encerrado en nosotros mismos.

Muerte de la naturaleza: la denominada "muerte de la naturaleza" se vincula directamente con el tema anterior. "Muerto" Dios, el hombre deviene como "amo y señor" de la tierra, el avance tecnocientífico deja la huella antrópica; esto se vincula también con la "globalización". Casi no hay lugar en nuestro planeta que no haya sido explorado y explotado. Las consecuencias de este fenómeno son varias, pero, a mi entender, todas se derivan del hecho de que la "realidad" ahora es dependiente del sujeto humano (S-O), este sujeto (Occidental) se ha expandido dominando todo ámbito natural ( y cultural periférico). Parafraseando a Sartre: "estamos en un plano donde solamente hay hombres".

Filosofía ambiental: en esta corriente hallamos diversos movimientos. Entre ellos se encuentran: la "ecología profunda" (deep ecology), el "ecofeminismo", la "ecología social". Ultimamente ha surgido también el "ecosocialismo"...
Lo que tienen en común estas corrientes (más allá de sus acentuadas diferencias) es que todas denuncian la inescrupulosa explotación de la naturaleza por parte del hombre. Los efectos de la misma ya son bien conocidos: 1) desaparición de las diversas especies, 2) devastación de diferentes culturas, 3) el adelgazamiento de la capa de ozono, 4) deforestación, 5) cambio climático, 6) el fenómeno de la "lluvia ácida", 7) la cada vez más marcada brecha que se da entre países ricos y países pobres, etc.

Comentario final (por ahora): encuentro una esencial relación entre los nombrados tres puntos. No todos la tienen que compartir. Lo que más me interesa es que se vayan difundiendo las ideas de la "filosofía ambiental". El planeta las necesita, sobre todo países periféricos como los nuestros. Países que requieren crecer, desarrollarse, progresar genuinamente. Pero no al costo de la devastación natural y existencial. No al costo de ser siervos de nuestras propias obras, no al costo de la falta de creatividad y la deliberada masificación.

Acepto aportes, críticas y comentarios.

Desde ya, gracias a todos.